En su lucha por tratar de reducir la llegada masiva de turistas* y frenar el deterioro de la ciudad, el consistorio de Venecia ha aprobado una tasa turística de entrada para estancias sin pernoctación, es decir, dirigida a aquellos turistas que no pasan la noche en el destino y hacen únicamente una visita diurna.
La «tasa de desembarco», que así es como la han llamado, ya se cobra en algunas islas pequeñas como las Eolias y en Lampedusa y la medida va destinada principalmente a los miles de cruceristas que no pasan la noche en el hotel y por ello quedan exentos de pagar la tasa turística.
El importe oscilará entre los 2,50 € y los 10 € y el dinero recaudado se destinará a financiar los costes de limpieza de los canales y otros generados por el turismo masivo.
También ha adoptado una medida similar Japón. En este caso la tasa se aplicará al salir del país, por avión o barco, y tendrá un coste de aproximadamente 8 €. Con este tributo, llamado el «impuesto sayonara», se pretende mejorar las infraestructuras y comunicaciones. Entre las inversiones destaca un sistema de reconocimiento facial en los aeropuertos para agilizar los trámites y mayor asistencia en idiomas extranjeros para turistas.
¿Son las tasas turísticas una buena medida para compensar los efectos negativos del turismo? ¿Crees que es un impuesto necesario? ¿Y justo? ¿Debería ser opcional?
* Sabías que en Venecia viven 50.000 habitantes y cada año recibe cerca de 30 millones de turistas :O
Foto de portada © Unsplash